Luego de fiscalizar un bus de pasajeros proveniente de Punta Arenas y Argentina, funcionarios de la Aduana del paso fronterizo Cardenal Samoré, en Osorno, protagonizaron el decomiso de 2 mil 510 cajetillas de cigarrillos.
Dado el volumen de mercancía descubierto, este procedimiento se constituye en la incautación de cigarros más grande de los últimos dos años en esas dependencias aduaneras.
La mercancía, rotulada bajo el nombre de importantes marcas internacionales, venía escondida dentro de cinco bolsos que estaban ocultos con el resto del equipaje de los pasajeros del bus, pese a lo cual de todas formas logró ser detectada por los funcionarios.
Sin embargo, como ninguna de las personas que viajaba reconoció ser dueño de los paquetes, por norma general los fiscalizadores presumen como responsables del contrabando de mercaderías al conductor del bus.
Los derechos e impuestos que pretendían ser evadidos por los contrabandistas, ascienden a los $3 millones 850 mil. La evidencia, los sospechosos y el resto de los antecedentes fueron puestos a disposición de la Fiscalía Local de Osorno.