Usar el centro de inspección SAG USDA de cabrero para la exportar fruta proveniente de argentina hacia Estados Unidos y agilizar los trámites aduaneros son unas de la posibilidades que se abren a la inversión para habilitar permanentemente el paso Pichachén en la frontera norte entre Antuco en Chile y Neuquén en Argentina.
Hasta el día de hoy, cuando el puesto se encuentra abierto entre los meses de diciembre y abril, pasan casi 4 mil personas, mientras que se movilizan unos 400 vehículos nacionales y extranjeros según datos del SAG. Aparte, casi una tonelada de productos lácteos, frutos secos, carne y artesanías son decomisados por las autoridades durante ese periodo. Agregar algo extra sobre el Paso Pichachén, no resulta relevante, al menos hasta ahora.
Esto luego de que el Ministro de Obras Públicas y su par argentino, colocaran en la cima de las prioridades el paso internacional en la región del Bio Bio con una inversión superior a las USD100 millones a largo plazo.
La conectividad entre Chile y Argentina mejorará sustancialmente, siendo los más grandes beneficiados, los puertos de San Vicente, Lirquén y Coronel, incluyendo a muchos agentes de aduanas.
Otro punto no menos es que con esto comenzarán a aumentar las importaciones, esto si se utiliza la red ferroviaria hasta los ángeles y se busca diferenciarse de los puertos de Valparaíso y San Antonio ya que el sur de Argentina podría utilizar el sur del Pacifico para importar. Esto marca un apronte importante, un ejemplo de aquello es que el gigante grupo inversionista Braniff inicio las conversaciones con los puertos de Talcahuano y San Vicente para la importación de petróleo desde Houston EEUU, hasta Argentina a un precio menor, pasando por Chile en vez de dar la vuelta al Atlántico.
Esto ayudara a reducir el balance desfavorable que sufre nuestra región entre importaciones y exportaciones, poniéndose a las agencias de aduanas al servicio del intercambio binacional que podría generarse con la inversión en el Paso Pichachén.