La guerra comercial entre EE. UU. y China se intensificó el sábado 16 de junio cuando China amenazó con un arancel adicional del 25% sobre productos estadounidenses por un valor de US$50.000 millones, incluidos los sectores de energía y agrícola, en respuesta a la decisión del presidente Donald Trump de establecer aranceles similares con el mismo valor anual importaciones de productos chinos.
Entre Los bienes a gravar, estimados en US$$50.000 millones en valor, se incluyen aranceles sobre productos agrícolas, automóviles y productos marinos valorados en US$34.000 millones, los que deberían entrar en vigencia el 6 de julio, según un anuncio de la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estad .
Los aranceles adicionales sobre los US$16.000 millones en valor restante, incluyen crudo, GLP, gasolina, nafta, fuel oil y gas natural, los que se anunciarán en una fecha posterior.
Pero el GNL, cuya demanda aumenta en China, no figuraba en la lista. La última amenaza arancelaria entre las dos mayores economías se produce menos de un mes después de que Pekín y Washington firmaran el 19 de mayo un acuerdo para frenar su disputa comercial luego de que China acordó comprar más productos estadounidenses, entre los que se encuentran el GNL y Crudo.
Los aranceles de los Estados Unidos y la retórica de represalia de China, según Platts, se han convertido en un gran riesgo para la demanda y los precios de commodities en 2018, junto con la desaceleración de la economía china y la incertidumbre geopolítica.