Graciela Guardia, era una mendocina de 46 años, que padecía de Cáncer de mamas, y necesitaba una droga que había sido recetada para su tratamiento, y que estaba retenida en Aduana hace meses.
El Ministro de Salud provincial, Matias Roby, testificó que el medicamento que se le recetó a Graciela Guardia, creado por los laboratorios Rocche, "no estaba autorizado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para ser comercializado en Argentina".
"Son trámites aduaneros que el laboratorio Rocche debió llevar adelante, y efectuar con una serie de obligaciones que el órgano autoriza para la comercialización", reveló el delegado estatal, y añadió que el retraso en la entrega "no tuvo que ver con una falta de ocupación del Ministerio de Salud".
El representante del laboratorio, Carlos Sánchez, señaló en un comunicado que la Aduana "entrega con celeridad las drogas a los laboratorios en la medida que ingresan al país y, desde febrero, el laboratorio Rocche documentó, presentó y retiró siete despachos con más de mil unidades de la droga TDM 1 Kadcyla" dejando libres de culpas a agencias de aduana, y agentes de aduana, como se especulaba en algunos medios, y de esta manera, hasta el momento, la responsabilidad de este hecho, no la ha asumido ninguna institución.