El Convenio sobre el Trabajo Marítimo (MLC, por sus siglas en inglés) exige que se garanticen los salarios, la atención y la repatriación de los marinos abandonados por sus empleadores. El caso del "Eide Trader" revela la dificultad práctica de llevar a casa a los marinos abandonados, sostiene Gard en un artículo,
De acuerdo con la firma, el MLC, 2006 establece las normas mínimas de trabajo y de vida para toda la gente de mar que trabaja en buques que enarbolan el pabellón de los países que lo ratifican. El Convenio también proporciona protección a los marinos en caso de que sean abandonados por un armador.
Según el MLC, se considera que un marino ha sido abandonado cuando el empleador no cubre el costo de su repatriación; o ha dejado al marino sin la manutención y el apoyo necesarios; o ha cortado unilateralmente sus vínculos con él, incluyendo la falta de pago de los salarios contractuales durante un período de al menos dos meses. En la mayoría de los casos, el abandono se produce cuando el armador se vuelve insolvente y deja de pagar los salarios y, en casos extremos, puede "abandonar" por completo el buque y su responsabilidad sobre los que están a bordo.
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