“Reconocemos el rol que tiene el sector de los Agentes de Aduana como continuadores de la labor del propio Servicio de Aduanas”, dijo en febrero de este año el Ministro de Economía, Pablo Longueira. De esa forma, el Gobierno, a través del Secretario de Estado, reafirmaba la importancia crucial que para el sistema de comercio exterior chileno juegan estos profesionales.
Desde la “oficialización” del rol de los Agentes de Aduana, en el marco de las profundas reformas al sistema portuario y aduanero que Chile lideró entre 1960 y 1980 –cuando volcó su interés hacia el comercio internacional como una vía al desarrollo económico-, éstos han desempeñado un papel clave como auxiliares de la función pública aduanera. En especial desde 1974-1979, cuando la ley impulsó y reguló su figura.
El fomento a la industria del comercio exterior, sumado a la modernización de puertos, a la rebaja unilateral de aranceles que Chile empezó a aplicar en los ’70 y los esfuerzos en materia multilateral (ingresos a OMC, GATT, etc) y bilateral (TLCs), indicaban que el Estado había adoptado políticas que apuntaban a hacer crecer los volúmenes de las exportaciones e importaciones, algo que efectivamente ocurrió –y de forma increíble- desde esa época hasta la fecha. Pero sostener ese crecimiento habría sido imposible, si ese mismo Estado hubiera asumido de forma exclusiva y solitaria la labor de fiscalizarlo, clasificarlo, controlarlo y valorizarlo. Esto pudo ser realidad gracias al respaldo de los Agentes de Aduana en dicha función.
La evidencia está a la vista. Los volúmenes del comercio exterior crecieron de US$ 9 mil millones en 1979 a US$ 147.181 millones (2011) y las empresas exportadoras y productos enviados pasaron de 230 y 560 respectivamente, a 8.156 y 5.506 en igual periodo. Como contrapartida, los funcionarios de Aduana en estos 32 años apenas aumentaron en un centenar, pasando de 1.300 a poco más de 1.400, mientras que los Agentes de Aduana se incrementaron de 60 a 293 y su personal de 800 a 6.200 en este tiempo. Son éstos los que han permitido que este crecimiento de más de 15 veces de las exportaciones e importaciones chilenas, sea también sustentable con la seguridad nacional, el patrimonio fiscal, la competitividad y la agilidad que el comercio global hoy requiere, lo que ha sido reconocido por diversas mediciones, como el reciente Informe Doing Business 2013, que destacó las mejoras del sistema aduanero chileno y valoró la reducción de sus tiempos de operación.
Este 27 de noviembre, día en que se celebró el Día del Agente de Aduana, en conmemoración a la fundación –hace 43 años- de la Asociación de Agentes Profesionales de Aduana (Asapra), que hoy agrupa a más de 25 mil profesionales y dicta las pautas del rubro en Iberoamérica, queremos valorar esta actividad, saludar a quienes la ejercen y reafirmar nuestro compromiso con el desarrollo del país. Como articuladores independientes y responsables del comercio exterior, seguiremos salvaguardando tanto el interés fiscal como el de los emprendedores, otorgando seguridad, certeza jurídica, experiencia y agilidad a un área que hoy tiene injerencia en el 61% del PIB, ayudando a que la imagen de Chile siga siendo tan sólida como hasta ahora.
Fuente: Publicado por Diario Estrategia y El Mercurio de Valparaíso.